La carta sin tinta

Es imposible tratar de detener el tiempo, y aunque en ocasiones algo hace parecer un momento una eternidad, el transcurrir de los segundos continua lentamente.

En algún momento de la vida existen esos segundos tan especiales, aquellos donde hay visitas de personas en nuestro vagón del tren. Es similar a aquella película en donde la vez, los movimientos son lentos, el viento hace mover sus cabellos y por un instante ella voltea y las miradas se cruzan.

Pero el tiempo pasa y ambos se sientan en sillas completamente diferentes, los días pasan, se miran ocasionalmente cuando van en busca de algún alimento al vagón comedor, ambos conocen la existencia del otro, pero prefieren seguir con sus viajes por separado. 

El viaje en tren continua.... Los paisajes son espectaculares, visitan un castillo en una noche oscura donde donde vivio una antigua pitonisa llamada Parvana; visitan las escuelas de viejos pueblos donde antepasados de ellos dictaron lecciones a generaciones y se cuentan historias todas las noches; visitan un puente en roma; visitan cines donde se cuentan grandes historias de Italia; visitan una playa donde ella escribe palabras en la arena, visitan un pasaje de flores, el toma pétalos de rosas y escribe un mensaje en las sabanas blancas; visitan un hotel donde se escuchan varias historias y en la noche un beso hace que las leyendas y los mitos sean solo cuentos tan comunes. 

El viaje en tren continua lentamente.... Ambos deciden detenerse en una estación incierta, y abordan vehiculos en direcciones diferentes. El toma un carruaje y solo ve hacia el frente, hacia donde puede llegar, siente que algo lo jala, le pide que vuelva, pero continua, así que para evitar arrepentirse le pide al conductor que acelere la marcha y este lo hace inmediatamente. El viento comienza a golpear fuertemente y en el pecho se siente una presión, hasta que de repente en el camino aparece una mujer de cabellos blancos, el conductor pierde el control al intentar evadirla y el carruaje se descarrila, el pasajero sale volando por los aires y en el trayecto ve como de su pecho sale un hilo, y justo en el momento en que estaba a punto de estrellarse con el suelo, el hilo jala algo de su interior y se lo lleva. El golpe con el suelo es tan fuerte que inmediatamente pierde el conocimiento....

11En su sueño el muchacho duerme, el sueño es cálido, alguien acaricia su cabeza y lo ve dormir. Él sabe que algún día despertara... él sabe que algún día abrirá los ojos nuevamente; que cuando los rayos de sol toquen nuevamente sus pupilas vera un hermoso paisaje en donde habrán tantas flores en el día y miles estrellas en la noche que sera imposible contarlas, pero intentara contarlas con quien ahora acaricia su cabeza, que habrá una playa donde el cenara e interpretara canciones de bardo para quien lo ve dormir... Sin embargo él por ahora duerme, mientras que en la distancia alguien muy parecido a él prepara para un viaje, un viaje de aprendizaje, de construcción, de crecimiento. el nuevo individuo toma su maleta y la pone en sus hombros y sale decidido. En la entrada de la casa hay un cuaderno con una carta, en la que hay escrito 

"Ve viaja conoce, tal vez me veas y sientas la necesidad de despertarme... pero no lo hagas, deja que quien me este acariciando lo siga haciendo, yo le agradecer en el momento en que despierte, tu trabajo no es despertarme, tu trabajo es prepararte, por que se nos viene un viaje en tren muy particular, que pocos seres humanos emprenden. Gran guerrero de épocas pasadas, ve y has tus hazañas, ve y conoce las leyendas, ve y hazte leyenda si es lo que quieres, pero deja que otros formen parte del escenario, cuando hayas hecho todo esto y sienta que es el momento, yo te llamare y ahí si ven y despierta me déjame conocer a quien este allí acariciando mi cabello, por ahora no, por ahora déjame dormir...."

Su mente no le permitía interpretar el significado de las palabras escritas en el papel, pero su alma comprendía, así que hizo caso. se aseguro bien su mochila y su viaje comenzó....