Fueron años los que la tinta se seco, en los que el pincel raspaba y destruía las hojas sobre las que quería escribir.
Pensamientos perdidos entre minutos y minutos de frases sin sentido, de rayar con fuerza las palabras que se resistían a quedarse escondidas y no volver a salir.
No comprendían que no era su momento, que el lápiz debía buscar de nuevo su significado, sus propias palabras, pensadas para el presente, para tal vez un futuro.
Las ideas que su corazón tenia no eran para pelear con el mundo, tampoco para demostrar una rebeldía o una oposición. Eran para buscar una conexión con ese otro ser que no sabia si existía o no. Eran para tocar el alma de ese basto universo que lentamente se expandía, se creaba, se estrechaba con tanta fuerza que era increíble comprender todo lo que se guardaba en un espacio tan pequeño.
Solo tenia que despejar su mente, sintonizar su frecuencia para que el rió de palabras fluyera nuevamente. Pero no solo las palabras sino la fuerza del huracán, una musa.
Y me preguntaban mis manos cuando serian liberadas nuevamente, ellas sabían que no podían escribir para cualquiera. La inspiración llegaría en su momento moldeando los pensamientos, pero que si no se agrupaban y bailan lentamente y en armonía con hechos de mis actos, la noche podía ser una hermosa velada pero que tarde, a mas tardar a las 12 en punto terminarían como un recuerdo mas.con la sincronía de los actos.
Las palabras serán escritas con los detalles de sus expresiones, con sus historias, con sus deseos. Cada letra buscara plasmar un mundo de sensaciones para comprender, para acompañar, para tocar, para alzar el puente; para plasmar el paisaje. Serán escritas para ser leídas; serán escondidas para ser comprendidas para aquellos que deseen partir en su búsqueda.
Sus labios estarán ahí para ser besados; su cuerpo para ser abrazado; sus mejillas para ser acariciadas y en un instante entre el jugar de las manos con el cabello, en un sutil duelo de miradas hacia el frente y hacia los lados, todas las palabras serán plasmadas por los actos despertados por la pasión, a la velocidad que el movimiento del cuerpo humano y el coqueteo permitan llegar.
La musa es importante para el poeta, pero sin una intensión profunda, sus palabras no cobran significado. Si deseas ser parte de esta historia, tus pasos en tus hechos deberás marcar.